La frase soñamos lo que nos merecemos, cobra mucha más fuerza ahora que se acerca la fecha crucial del 26 de octubre porque Colombia necesita una persona idónea cuya ética, preparación académica, conocimiento del país y sus reformas sean excelentes.
Hablar de la doctora Carolina Corcho es describirla con los mejores adjetivos puesto que su vida es una oda a la perseverancia, la honestidad, la firmeza y la serenidad para expresarse a todos los niveles. Ella es hija de la universidad pública, activista férrea del sindicato de la salud y del Hospital San Juan de Dios, una médica de la Universidad de Antioquia con especialidad en psiquiatría de la Universidad Nacional de Bogotá a quien no le bastó la medicina sino que también estudió una maestría en Ciencias políticas porque tiene muy claro que su compromiso con el pueblo va más allá del sector salud. La dra. Corcho sabe con claridad que lo holístico es indispensable para que se construya el país con la verdadera justicia e igualdad de oportunidades que necesita urgentemente Colombia.
No en vano, a la Reforma a la salud se le llama La reforma Corcho, fue ella quien la estructuró y defendió con brío. Y como su recorrido por toda Colombia le fue ampliando su visión de país, se hizo consciente y conocedora de la Reforma agraria y de la educación, temas que también domina con una claridad desbordante al igual que la paz tan anhelada.
El presidente Gustavo Petro le ha pedido directamente a la dra. Corcho que trabaje con él en dos oportunidades: en la alcaldía de Bogotá y en la Presidencia en la que no solo fue ministra sino que al inicio, fue la coordinadora de empalme del gobierno del cambio. También, el presidente la respaldó en la pre inscripción a la consulta, lo que demuestra le reconoce a ella su liderazgo y compromiso con el país.
Otra cualidad que se añade a la dra. Corcho es su impecable calidad argumentativa en todos los temas que decide abordar, da tranquilidad a sus seguidores quienes son principalmente las bases populares, el pueblo raso al que pide urgente un cambio estructural en el país.
Cada sitio que Carolina Corcho ha visitado se convierte en una gran fiesta de esperanza, admiración y ganas de apostar por su elección como presidenta de la república. Sus discursos son ovacionados y su recorrido por las calles de barrios populares es digno de una figura carismática y con mucha cercanía sincera a la ciudadanía del común.
La palabra sentipensante que tomó el escritor Eduardo Galeano de un pescador del Caribe colombiano es un término que se ajusta precisamente a la dra. Corcho porque ella además de ser una intelectual formada en la ciencia, también siente muy suya nuestra música ancestral, nuestra literatura y poesía colombiana y latinoamericanas ya que cree fervientemente en la unidad latinoamericana, en la hermandad de nuestra patria grande. Por eso, no es raro ver a nuestra futura presidenta bailar nuestros ritmos en una plaza, hablar con los vendedores informales y dar una conferencia frente a médicos y políticos con la misma coherencia y firmeza que tanto la caracterizan.
Colombia está preparada para que la dra. Corcho sea nuestra presidenta en el 2026, porque el país se merece una digna representante que ha demostrado tener méritos de sobra tanto a nivel político como a nivel académico para defender con brío las reformas que urgen en cada región. Para que el Pacto Histórico elija a conciencia, se hace urgente un debate entre los tres candidatos y para este debate, Carolina está más que preparada. Esperemos pues, que Iván Cepeda y sus asesores, no esquiven más este punto clave ya que los ciudadanos tememos que se repita la historia de Rodolfo Hernández y su séquito que se obstinaron en eludir el debate lo cual crea malestar entre el pueblo. Tenemos que ver a los tres candidatos en franca lid, no entre rumores o discursos aburridos leídos con desgano y que fueron escritos por otros. En el tan esperado debate, volverá Carolina Corcho a relucir por su calidad argumentativa y su conocimiento del país. ¡Ni un paso atrás!
Por Nanda Perdomo